"Soy amigo personal de Macri", dijo Haddad.
¿Era esperable esta afirmación del candidato presidencial del PT? El presidente argentino tiene una especie de réplica en Brasil y no es Haddad, mucho menos Bolsonaro, sino un potencial opositor del líder de la derecha, João Amoedo. Economicismo, tecnocracia, relativismo moral; el Partido Novo usa incluso los mismos colores de Cambiemos-Pro, el partido de Macri. Amoedo es un político que, incluso extintas sus chances en las encuestas, con sus cuadros pasándose a Bolsonaro en primera vuelta, mantiene su campaña y hace caso omiso al razonamiento de su electorado de ayer, que ya no quiere restar votos a la derecha conservadora y facilitar el retorno de la izquierda al gobierno. De cualquier manera, la administración Bolsonaro, a partir de enero, probablemente arrastre al gobierno argentino, carente por completo de geopolítica –algo notable en ocasión de su apoyo a Hillary Clinton en la carrera presidencial norteamericana de 2016 contra Donald Trump para, después, rogar ayuda como si nada.
