"Si soy presidente, salgo de la ONU."
Bolsonaro es más soberanista que nacionalista, en eso
renacen viejas conexiones culturales del mundo rural brasileño y el tradicional american farmer federalista: yo, brasileño, mando
en mi rancho, con mis armas, mi religión y mi familia.
Todos vimos en el colegio el concepto de estado-nación tan ligado a la
idea de soberanía. Pues bien, el conservadorismo popular del segmento más activo de los votantes de Bolsonaro distingue el globalismo, que ataca la idea de soberanía nacional, de globalización que, muy por el contrario, al tener como base
el comercio internacional, consiste en fronteras definidas y claras comerciando
entre sí. El poder transnacional nace con la Liga de Naciones, hoy O.N.U. Los soberanistas brasileños
sostienen que el programa globalista es básicamente relativismo, “salud reproductiva” (aborto), ideología de
género, calentamiento global, ideología de género, desarme civil, liberación de
las drogas, inmigración sin límite. Ahora, el pronunciamiento del Comité de Derechos
Humanos de la O.N.U. a favor de Lula, colmó el vaso. FUENTE