¿Bolsonaro retirará a Brasil de la O.N.U.?


1. Anunciar la retirada de Brasil de la ONU, como hizo Jair Bolsonaro, puede parecer temerario para algunos y motivo de júbilo para otros, pero concretamente es sólo un buen punto de partida desde el cual se negociará la disminución de la interferencia de las agencias, consejos y comités del Sistema ONU en nuestro país.
2. Hace mucho tiempo, como bien ilustran los casos recientes de Michelle Bachelet y Antonio Gutiérrez, las Organizaciones Internacionales (OI's) son dominadas por políticos de izquierda que perdieron disputas electorales y que, sin recursos para llevar su agenda adelante, instrumentalizan esas OI's, valiéndose del barniz de autoridad que todavía cargan.
3. Las agencias de la ONU, como la UNESCO, la FAO y la OMS, y programas como el PNUD, se instrumentan para establecer criterios y estándares que determinan si la educación, la salud y la calidad de vida se considerarán buenas o malas –embutiendo en el paquete varios ítems de la agenda progresista.
4. Con ello, tenemos un doble problema: por un lado, ayudamos a financiar organizaciones dominadas para promover intereses que no coinciden con el interés nacional; de otro, vemos administradores públicos tomando, acríticamente, esos criterios como metas.
5. Así, las escuelas brasileñas intentan encuadrarse en el Estándar Unesco, todo permeado de técnicas de ingeniería social y de cosas como la ideología de género; los hospitales brasileños intentan encuadrarse en el Estándar OMS, que, entre otras cosas, incluye la legalización del aborto ... y así sucesivamente.
6. Del mismo modo, no hay municipio o gobierno estadual en nuestro país que no se deje contaminar por los criterios establecidos por el ECOSOC y el PNUD, midiendo los avances y retrocesos de la gestión de acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano, los Objetivos de Desarrollo del MERCOSUR Milenio y, más recientemente, de la Agenda 2030.
7. El establishment académico, mediático y político brasileño recoge todos sus diagnósticos y todas sus ideas y propuestas de ese repertorio, que, presentándose como neutro y recubriéndose de un barniz de autoridad, empuja la agenda progresista sin ser discutido.
8. Esto no puede continuar. Por eso, es muy bienvenido la discusión iniciada por Bolsonaro, que abre un diálogo sobre un problema ignorado y dejado de lado, pero que nos afecta directamente; también es positivo que se aparta del punto de partida propuesto por él, ampliando mucho nuestro poder de negociación y nuestro margen de maniobra en las negociaciones que deberán ser abiertas.
9. Ciertamente, el desenlace de esas negociaciones no será la salida completa de las Naciones Unidas, sino la salida de agencias, consejos y comités dominados ideológicamente, acompañado de un alejamiento de ciertos regímenes internacionales, así como de la formación de una coalición construida para demandar reformas de órganos internos y de toda la infraestructura del Sistema ONU.

Felipe Martins, Relacionaes Internacionales, UnB

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