Los Medios y el debate electoral: sin Bolsonaro no hay audiencia, ni anunciantes.

El lunes 27 debía realizarse el tercer debate electoral entre candidatos a la presidencia de Brasil. Encabezando las encuestas, Bolsonaro fue la presa de los debates hasta ahora, En lugar de ir por él, la estrategia de los candidatos con chances de alcanzarlo fue usar las reglas de cada debate para aislarlo mediante acuerdos. Mientras los minutos de los programas se consumían en preguntas y respuestas amigables evidentemente convenidas de antemano, a Bolsonaro le quedaba escaso margen para intervenir y, encima, con los candidatos peor posicionados en las tendencias. El rédito planificado  era doble para los competidores, el más evidente, disminuir la visibilidad del líder en las encuestas y, fundamentalmente, aprovecharse de su popularidad pues la audiencia es mayormente curiosa por el candidato de la derecha. El primer propósito no se cumplió porque desde el debate inicial, Bolsonaro progresó en las encuestas, aunque muchos de los millones de seguidores del candidato en las redes sociales comenzaron a alertar que en debates diagramados de tal modo se estaba regalando un preciado capital político. Así las cosas, este es el cuadro de situación que antecedía al tercer debate. Pero Bolsonaro y su equipo anunciaron anteayer su decisión de no concurrir prefiriendo las giras que lo ponen en contacto cara a cara con los votantes. Horas después simplemente la emisora Jovem Pan levantó el programa, evidenciando que no hay audiencia sin Bolsonaro y tampoco anunciantes.

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