Ernesto Araújo, nombrado Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil

Diplomático de carrera -recientemente promovido a diplomático de primera clase- Araújo fue director del Departamento de Estados Unidos, Canadá y Asuntos Interamericanos de Itamaraty. Erudito, dueño de notable pluma, estudioso de lenguas y culturas greco-latinas, los bloques mundialistas de poder y de la crítica al globalismo.  Autor de por lo menos tres libros de ficción: A Porta de MogarQuatro 3 y Xarab Fica, su CV bien puede sellarse con un detalle: fue alumno de Olavo de Carvalho. Además, un testimonio lo pinta como persona: 

 Escribió un artículo llamado 'Trump y el Occidente' en una revista de Itamaraty, Fue una bomba, una especie de declaración de posición política, claramente simpático a Trump...Jugó muy abierto, hizo juego limpio, no es un tipo intrigante, quemó las naves y la pegó, dijo en reserva un funcionario de Cancillería para UOL. 

Cuando los cancilleres de los países vecinos conversen con Araújo, mejor será que tengan en cuenta el cuadro de negociación del brasileño: el retorno de su país al mundo históricamente significativo --del que, hace un par de siglos, fue parte el imperio luso-brasileño, en particular, e Iberoamérica en general. 

En su blog, llamado Metapolítica - que tiene como subtítulo "Contra el Globalismo"- y del que ya hemos publicado en O Mito, el futuro Ministro se presenta así: Tengo 28 años de servicio público y soy también escritor. Quiero ayudar a Brasil y al mundo a liberarse de la ideología globalista. Globalismo es la globalización económica que pasó a ser pilotada por el marxismo cultural. Esencialmente es un sistema antihumano y anti-cristiano. La fe en Cristo significa, hoy, luchar contra el globalismo, cuyo objetivo último es romper la conexión entre Dios y el hombre, convirtiendo al hombre esclavo y a Dios irrelevante. El proyecto metapolítico significa, esencialmente, abrirse a la presencia de Dios en la política y en la historia.

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