¿Un Wilmoore Kendall del siglo XXI? ¿Un Jordan Peterson, un Nassim Taleb sudamericano? La prensa brasileña llama a Olavo de Carvalho (Campinas, 1947), “el gurú de la derecha”, “el gurú de Bolsonaro”. Muy probablemente sea el teórico y mentor de la revolución brasileña. Con más de 4.000 alumnos en su seminario permanente on-line de filosofía, el total de sus obras publicadas se estima en 20 libros. Un año atrás se contaban más de 100 mil ejemplares vendidos de su best-seller Lo mínimo que usted tiene que saber para no ser un idiota . Su perfil en Tweeter alcanza más de 200 mil seguidores diarios. Sumadas solamente las redes sociales, el alcance del filósofo es de 1 millón 187 mil personas, según informa Ricardo Luiz Roveran . Sus jóvenes discípulos son el motor de la contra-hegemonía en el Brasil, hacen películas sin apoyo alguno del gobierno, crean didácticas para niños, traducen y editan libros liberales y conservadores, patrística y escolástica, desconocidos en el mercado editori
Las demandas intelectuales de los medios católicos suscitan decenas de grupos de estudios, conferencias, debates y publicaciones sobre varias figuras intelectuales de la iglesia. Hoy prácticamente en cada esquina usted encuentra grupos de estudios sobre san Agustín, San Buenaventura, Santo Tomás, Duns Scot, Suárez, Newman, Zubiri, Von Hildebrand, Edith Stein y Ratzinger. Por ejemplo Outravia, ICLS La tradición intelectual de la iglesia es enorme. Pero estos círculos advierten un cierto tomismo, que considera herejía todo lo que no es estrictamente "tomista" y "tradicionalista", es “juez” del pensamiento teológico. La contracara del pensamiento único socialista en las universidades.
