¿Qué es el conservadorismo?
La lectura de Daniel Pipes (Boston, 1949) tiene toda una trayectoria en el ambiente de la revolución canarinha. Por lo común, consultado sobre el conflicto global, últimamente forma parte (DanielPipes.org, @DanielPipes) de las referencias para procesar la identidad conservadora en Brasil. A continuación, un artículo recién publicado en portugués y que ya corre en las redes.
¿QUÉ ES EL CONSERVADORISMO?
Antes de leer el artículo escrito por Ofir Haivry y Yoram Hazony en una publicación reciente de la revista American Affairs, yo habría respondido al título: libertad individual, gobierno enjuto y una política externa robusta. El artículo reveló una manera totalmente diferente y mucho más profunda de comprender el tema.
Con claridad y brillo, Haivry y Hazony revelan una historia intelectual poco conocida del conservadurismo inglés que se remonta al siglo XV y también a la publicación del libro In Praise of the Laws of England de Sir John Fortescue (alrededor de 1470), seguida por destacados pensadores como John Selden, Jonathan Swift y Edmund Burke.
Ellos defienden una perspectiva que respeta la tradición, adaptándola de manera inteligente a las nuevas circunstancias, Haivry y Hazony lo llaman empirismo histórico. Los conservadores estiman lo que las generaciones anteriores elaboraron, en especial la Constitución inglesa y la Biblia hebrea. Ellos ven el desarrollo singular de la libertad en Inglaterra como resultado afortunado de avances revolucionarios tan singulares como la Carta Magna (1215) y la Petición de Derechos (1628).
Prudencia es la palabra clave de los conservadores: observar atentamente la nación y la religión para su orientación, cerciorarse de limitar el poder del ejecutivo y preservar las libertades individuales. Jueces: respeten el espíritu original de los documentos. Políticos: si el matrimonio, en cualquier lugar y siempre significó la unión entre hombre y mujer, cautela extrema sobre cambios fundamentales en el corazón de la cuestión. Gobiernos: aseguren la asimilación de los inmigrantes a la cultura que los acogió.
Los liberales, en cambio, son racionalistas, pues creen en la capacidad ilimitada de cada uno de ecualizar las cosas por su cuenta. La tradición prácticamente no cuenta: "en vez de argumentar a partir de la experiencia histórica de las naciones, ellos sostienen axiomas amplios que creen válidos para todos los seres humanos y que suponen serán aceptados por todos los seres humanos, simplemente examinándolos con su talento racional autóctono.”
El liberalismo es dos siglos más joven que el conservadurismo, que se remonta al Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil (1689) de John Locke, en el que él formula supuestas leyes de la naturaleza que él ingenuamente asumió se aplican a cualquier ser humano. Haivry y Hazony explican: "el liberalismo es una doctrina política que se basa en la suposición de que la razón es la misma y es accesible en todos los lugares, en principio, a todos los individuos, siendo sólo necesario consultar a la razón para llegar a la única forma de gobierno que es la mejor en cualquier lugar, para toda la humanidad".
El peligro aquí, obviamente, es que los seres humanos, considerados individualmente, tienen ideas extrañas y mezquinas. El Liberalismo adopta ideas que están a años luz de la sobriedad de la Constitución inglesa, comenzando con la Revolución Francesa y terminando con los totalitarismos de nuestra era. Las proclamadas leyes universales pueden justificar cualquier pecado, una vez desatendidas de la acumulación de la sabiduría y de la experiencia.
Los conservadores y liberales lucharon durante trescientos años en el Reino Unido. Los conservadores pueden apuntarse la monarquía y la ley ordinaria aún de pie como sus logros, los liberales pueden apuntarse la inmigración descontrolada y para al menos 85 Tribunales de la Sharia en funcionamiento.
Hay un debate parecido en los Estados Unidos. Los conservadores cuentan con Alexander Hamilton, George Washington y John Adams, los liberales con Thomas Jefferson, Thomas Paine y Andrew Jackson. Cada lado tuvo sus triunfos. La Declaración de la Independencia (1776) es un documento liberal que sostiene diversas "verdades evidentes", es decir, "que todos los hombres nacen iguales (y) que están dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables". La Constitución de los Estados Unidos (1787) no hace mención sobre verdades universales, mejor dicho, traduce las principales características de la constitución inglesa para los estadounidenses.
Estas diferencias históricas continúan dominando las batallas cotidianas de la vida pública americana, liberales creyendo en principios universales y conservadores festejando la cultura nacional. Así, los liberales quieren transferir poder a las Naciones Unidas, los conservadores no. Los liberales acogen con entusiasmo a los inmigrantes somalíes, los conservadores albergan dudas en cuanto a su asimilación. Los liberales son menos religiosos, los conservadores más.
Los dos lados están empatados en lo que se refiere a la política estadounidense, el poder cambia regularmente de manos, de un lado a otro. Sin embargo, en la educación y la cultura el liberalismo predomina. En las escuelas, por ejemplo, los liberales enseñan liberalismo y los conservadores están prácticamente ausentes. Esta hegemonía liberal significa que los conservadores son rutinariamente criticados por ser "intolerantes" y, por lo tanto, moralmente inferiores, dicho eso, un reciente artículo en la revista Atlantic preguntó: "¿el conservadurismo americano es inherentemente prejuicioso?"
Significa también, conforme escribe Haivry, "en cuanto cientos de universidades e institutos conceptuados se dedican a examinar la tradición liberal, ninguna se dedica a estudiar y perfeccionar los principios del conservadurismo angloamericano. Sin embargo, algunos colegas y yo estamos tratando de restaurar esa gran tradición, buscamos apoyo para crear una institución dedicada a ese objetivo. "Que el proyecto prospere."
Addendas de julio de 31 de julio, 2018
(1) Es preciso ir un poco más allá para explicar por qué los menos educados tienden a ser conservadores y los más educados tienden a ser liberales; los conservadores son menos propensos a juzgarse lo suficientemente competentes para evaluar estas cuestiones por su cuenta.
(2) Yo participaba en las clases de filosofía dictadas por Robert Nozick en mis años de universidad y, bajo su indicación, leí la The Constitution of Liberty de Friedrich Hayek, que me impresionó de forma muy positiva. He sido particularmente sensibilizado por el ensayo de Hayek "Why I Am Not a Conservative" Por casi 50 años creí que era un liberal (clásico). Ahora sé que no lo soy.
(3) Uno de los puntos más impresionantes que Haivry y Hazony se refiere a la debilidad de las suposiciones que están detrás de la Second Treatise of Government de Locke. Introduce una serie de axiomas que no tienen ninguna conexión clara con lo que puede ser apreciado a partir del estudio histórico y empírico del estado. Entre otras cosas, se afirma que: (1) antes de la formación del gobierno, los hombres vivían "de acuerdo a la naturaleza" en el que "todos los hombres vivían de forma natural en un estado de perfecta libertad" (2), así como en (3) un "estado de perfecta igualdad, donde naturalmente no hay superioridad o jurisdicción de uno sobre el otro". Además, (4) este estado en armonía con la naturaleza "cuenta con la ley de la naturaleza para gobernarlo"; y (5) esta ley de la naturaleza es, en realidad, nada más que la propia "razón" humana, que "enseña a toda la humanidad, que sólo la consultará". Es esa razón universal, la misma en todos los seres humanos, que los lleva a (6) acabar con el estado de armonía con la naturaleza, "en que concuerdan mutuamente entrar en un cuerpo político" por libre y espontánea voluntad. De estos seis axiomas, Locke deduce el carácter del orden político para todas las naciones de la Tierra.
Tres puntos clave deben ser observados con respecto a ese conjunto de axiomas. El primero es que los elementos de la teoría política de Locke no fueron concebidos a partir de la experiencia. ... El segundo es que no hay razón para creer que los axiomas de Locke sean realmente verdaderos. ... Tercero, la teoría de Locke no sólo prescinde de base histórica y empírica sobre el Estado, sino que implica que esas investigaciones son, si no enteramente innecesarias, de importancia secundaria.
COMENTARIOS: (1) ¡Cómo es chocante darse cuenta de que el fundador del liberalismo documento se basa en la pura fantasía! (2) En otras palabras, esta filosofía política tenía premisas incorrectas desde el principio. (3) Las cosas no mejoraron en los 329 años siguientes.
Actualización de 1 de agosto de 2018: Rick Shenkman, de la News News Network, me recuerda a la célebre síntesis del conservadurismo, pronunciado por John Dickinson en la Convención Constitucional de 1787 en Filadelfia: "La experiencia debe ser nuestra única guía. La razón puede inducirnos al error."
¿QUÉ ES EL CONSERVADORISMO?
Antes de leer el artículo escrito por Ofir Haivry y Yoram Hazony en una publicación reciente de la revista American Affairs, yo habría respondido al título: libertad individual, gobierno enjuto y una política externa robusta. El artículo reveló una manera totalmente diferente y mucho más profunda de comprender el tema.
Con claridad y brillo, Haivry y Hazony revelan una historia intelectual poco conocida del conservadurismo inglés que se remonta al siglo XV y también a la publicación del libro In Praise of the Laws of England de Sir John Fortescue (alrededor de 1470), seguida por destacados pensadores como John Selden, Jonathan Swift y Edmund Burke.
Ellos defienden una perspectiva que respeta la tradición, adaptándola de manera inteligente a las nuevas circunstancias, Haivry y Hazony lo llaman empirismo histórico. Los conservadores estiman lo que las generaciones anteriores elaboraron, en especial la Constitución inglesa y la Biblia hebrea. Ellos ven el desarrollo singular de la libertad en Inglaterra como resultado afortunado de avances revolucionarios tan singulares como la Carta Magna (1215) y la Petición de Derechos (1628).
Prudencia es la palabra clave de los conservadores: observar atentamente la nación y la religión para su orientación, cerciorarse de limitar el poder del ejecutivo y preservar las libertades individuales. Jueces: respeten el espíritu original de los documentos. Políticos: si el matrimonio, en cualquier lugar y siempre significó la unión entre hombre y mujer, cautela extrema sobre cambios fundamentales en el corazón de la cuestión. Gobiernos: aseguren la asimilación de los inmigrantes a la cultura que los acogió.
Los liberales, en cambio, son racionalistas, pues creen en la capacidad ilimitada de cada uno de ecualizar las cosas por su cuenta. La tradición prácticamente no cuenta: "en vez de argumentar a partir de la experiencia histórica de las naciones, ellos sostienen axiomas amplios que creen válidos para todos los seres humanos y que suponen serán aceptados por todos los seres humanos, simplemente examinándolos con su talento racional autóctono.”
El liberalismo es dos siglos más joven que el conservadurismo, que se remonta al Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil (1689) de John Locke, en el que él formula supuestas leyes de la naturaleza que él ingenuamente asumió se aplican a cualquier ser humano. Haivry y Hazony explican: "el liberalismo es una doctrina política que se basa en la suposición de que la razón es la misma y es accesible en todos los lugares, en principio, a todos los individuos, siendo sólo necesario consultar a la razón para llegar a la única forma de gobierno que es la mejor en cualquier lugar, para toda la humanidad".
El peligro aquí, obviamente, es que los seres humanos, considerados individualmente, tienen ideas extrañas y mezquinas. El Liberalismo adopta ideas que están a años luz de la sobriedad de la Constitución inglesa, comenzando con la Revolución Francesa y terminando con los totalitarismos de nuestra era. Las proclamadas leyes universales pueden justificar cualquier pecado, una vez desatendidas de la acumulación de la sabiduría y de la experiencia.
Los conservadores y liberales lucharon durante trescientos años en el Reino Unido. Los conservadores pueden apuntarse la monarquía y la ley ordinaria aún de pie como sus logros, los liberales pueden apuntarse la inmigración descontrolada y para al menos 85 Tribunales de la Sharia en funcionamiento.
Hay un debate parecido en los Estados Unidos. Los conservadores cuentan con Alexander Hamilton, George Washington y John Adams, los liberales con Thomas Jefferson, Thomas Paine y Andrew Jackson. Cada lado tuvo sus triunfos. La Declaración de la Independencia (1776) es un documento liberal que sostiene diversas "verdades evidentes", es decir, "que todos los hombres nacen iguales (y) que están dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables". La Constitución de los Estados Unidos (1787) no hace mención sobre verdades universales, mejor dicho, traduce las principales características de la constitución inglesa para los estadounidenses.
Estas diferencias históricas continúan dominando las batallas cotidianas de la vida pública americana, liberales creyendo en principios universales y conservadores festejando la cultura nacional. Así, los liberales quieren transferir poder a las Naciones Unidas, los conservadores no. Los liberales acogen con entusiasmo a los inmigrantes somalíes, los conservadores albergan dudas en cuanto a su asimilación. Los liberales son menos religiosos, los conservadores más.
Los dos lados están empatados en lo que se refiere a la política estadounidense, el poder cambia regularmente de manos, de un lado a otro. Sin embargo, en la educación y la cultura el liberalismo predomina. En las escuelas, por ejemplo, los liberales enseñan liberalismo y los conservadores están prácticamente ausentes. Esta hegemonía liberal significa que los conservadores son rutinariamente criticados por ser "intolerantes" y, por lo tanto, moralmente inferiores, dicho eso, un reciente artículo en la revista Atlantic preguntó: "¿el conservadurismo americano es inherentemente prejuicioso?"
Significa también, conforme escribe Haivry, "en cuanto cientos de universidades e institutos conceptuados se dedican a examinar la tradición liberal, ninguna se dedica a estudiar y perfeccionar los principios del conservadurismo angloamericano. Sin embargo, algunos colegas y yo estamos tratando de restaurar esa gran tradición, buscamos apoyo para crear una institución dedicada a ese objetivo. "Que el proyecto prospere."
© 2018 por Daniel Pipes. Todos los derechos reservados.
Addendas de julio de 31 de julio, 2018
(1) Es preciso ir un poco más allá para explicar por qué los menos educados tienden a ser conservadores y los más educados tienden a ser liberales; los conservadores son menos propensos a juzgarse lo suficientemente competentes para evaluar estas cuestiones por su cuenta.
(2) Yo participaba en las clases de filosofía dictadas por Robert Nozick en mis años de universidad y, bajo su indicación, leí la The Constitution of Liberty de Friedrich Hayek, que me impresionó de forma muy positiva. He sido particularmente sensibilizado por el ensayo de Hayek "Why I Am Not a Conservative" Por casi 50 años creí que era un liberal (clásico). Ahora sé que no lo soy.
(3) Uno de los puntos más impresionantes que Haivry y Hazony se refiere a la debilidad de las suposiciones que están detrás de la Second Treatise of Government de Locke. Introduce una serie de axiomas que no tienen ninguna conexión clara con lo que puede ser apreciado a partir del estudio histórico y empírico del estado. Entre otras cosas, se afirma que: (1) antes de la formación del gobierno, los hombres vivían "de acuerdo a la naturaleza" en el que "todos los hombres vivían de forma natural en un estado de perfecta libertad" (2), así como en (3) un "estado de perfecta igualdad, donde naturalmente no hay superioridad o jurisdicción de uno sobre el otro". Además, (4) este estado en armonía con la naturaleza "cuenta con la ley de la naturaleza para gobernarlo"; y (5) esta ley de la naturaleza es, en realidad, nada más que la propia "razón" humana, que "enseña a toda la humanidad, que sólo la consultará". Es esa razón universal, la misma en todos los seres humanos, que los lleva a (6) acabar con el estado de armonía con la naturaleza, "en que concuerdan mutuamente entrar en un cuerpo político" por libre y espontánea voluntad. De estos seis axiomas, Locke deduce el carácter del orden político para todas las naciones de la Tierra.
Tres puntos clave deben ser observados con respecto a ese conjunto de axiomas. El primero es que los elementos de la teoría política de Locke no fueron concebidos a partir de la experiencia. ... El segundo es que no hay razón para creer que los axiomas de Locke sean realmente verdaderos. ... Tercero, la teoría de Locke no sólo prescinde de base histórica y empírica sobre el Estado, sino que implica que esas investigaciones son, si no enteramente innecesarias, de importancia secundaria.
COMENTARIOS: (1) ¡Cómo es chocante darse cuenta de que el fundador del liberalismo documento se basa en la pura fantasía! (2) En otras palabras, esta filosofía política tenía premisas incorrectas desde el principio. (3) Las cosas no mejoraron en los 329 años siguientes.
Actualización de 1 de agosto de 2018: Rick Shenkman, de la News News Network, me recuerda a la célebre síntesis del conservadurismo, pronunciado por John Dickinson en la Convención Constitucional de 1787 en Filadelfia: "La experiencia debe ser nuestra única guía. La razón puede inducirnos al error."
FUENTE: pt.DanielPipes.org
Con un A.B. y Ph.D. de Harvard Daniel Pipes enseñó historia intelectual en Chicago, Harvard, Pepperdine y la Universidad de Guerra Naval de los Estados Unidos; actualmente es profesor afiliado en la Universidad de Haifa. Sirvió en cinco administraciones de los Estados Unidos, recibió dos nombramientos presidenciales y testificó ante muchos comités del Congreso. Es autor de dieciséis libros sobre Medio Oriente, el Islam y otros temas. Pipes escribe una columna para el Washington Times y su trabajo ha sido traducido a 37 idiomas. DanielPipes.org contiene un archivo de sus escritos y apariciones en los medios de comunicación. El Washington Post lo considera "tal vez el erudito estadounidense más prominente en el Islam radical".